Es probable que este término te resulte un poco difícil de comprender si es la primera vez que lo escuchas. ¿Qué es la tasa de rebote? ¿Es lo mismo que un rebote de correo electrónico? ¿Tener una tasa de rebote del 100% es bueno, o malo? ¿Cómo hago para mejorarla? A pesar de que ya hablamos de la tasa de rebote en nuestro glosario de términos básicos de marketing online, en este artículo trataremos esta tasa en mayor profundidad y veremos cómo mejorar nuestra ratio de rebote. ¿Qué es la tasa de rebote?Comencemos respondiendo a una de las preguntas formuladas más arriba: ¿es lo mismo la tasa de rebote que un rebote de correo electrónico? La respuesta es, sin lugar a dudas, no. La tasa de rebote de tu web indica el porcentaje de gente que entró en una página de tu sitio web y que se fue. Es decir, llegaron a una de tus páginas web, no clicaron en ninguna parte y se fueron de tu web. No interactuaron con tu sitio web. La tasa de rebote es distinta de la tasa de salida. La tasa de rebote sólo mide los usuarios que entraron en tu web, no hicieron nada y se salieron. La tasa de salida indica el porcentaje de usuarios que salió por una página determinada, independientemente de si era la primera página que visitaron. Tasa de rebote vs. tasa de salidaImagina que estamos comparando la tasa de salida y de rebote de una página de formulario para conseguir un recurso digital gratuito. Si tenemos una tasa de rebote alta, significa que mucha gente entra, ve la página y sale. Poca gente está rellenando nuestro formulario y dejándonos sus datos a cambio de nuestro recurso. No es una buena noticia. En cambio, si tenemos una alta tasa de salida en esta página, podemos estar tranquilos. La gente ha venido a nuestra landing page a través de una serie de páginas anteriores, ha interactuado con nosotros (nos ha dejado sus datos) y se ha ido tras descargar nuestro material. ¿Cómo reducir la tasa de rebote?Una alta tasa de rebote suele significar que la página en cuestión es irrelevante o confusa para nuestros lectores. ¿Debes cambiar la página completamente, o peor, eliminarla? Antes de tomar estas medidas tan drásticas, vamos a ver ciertas acciones que puedes llevar a cabo para mejorar tus tasas de rebote. 1. Asegúrate de que sitio web es mobile-friendlyComo ya hemos dicho en otras ocasiones, las búsquedas realizadas desde dispositivos móviles ya han superado ampliamente a las realizadas desde el ordenador. Por eso es indispensable que el contenido de nuestra web esté adaptado para estos dispositivos. ¿Cuánto tiempo te quedarías en una página web en la que necesitas hacer zoom y mover la pantalla para leer el contenido? ¿Crees que interactuarías con esa página? La respuesta es no. Por ejemplo, los vídeos son un recurso muy interesante para conseguir interacción por parte de nuestros usuarios. Es más probable que vean un vídeo explicativo sobre nuestro producto a que lean sus características en una larga serie. Pero, ¿qué pasa cuando los usuarios están con un teléfono móvil? Los vídeos extensos consumen muchos datos, lo que podría ralentizar la experiencia del usuario. Por eso es recomendable eliminar los vídeos largos de nuestra versión web para móviles, o sustituirlos por versiones más cortas en las que se traten los temas más importantes. Este tipo de adaptación no es sólo válido para los vídeos. Piensa en los recursos que posee tu web y que podrían adaptarse para su versión móvil. 2. Revisa las tasas de rebote provenientes de distintos canalesA veces la tasa de rebote varía en función de dónde provenga nuestro tráfico. Por ello es adecuado que puedas analizar las tasas de rebote según vengan de distintos canales, como tráfico directo, redes sociales, búsquedas orgánicas, etc. Existen diversas herramientas que te permiten analizar de dónde provienen tus usuarios rebotados, como la de Hubspot, Web Analytics Dashboard. Imagina que tenemos una tasa de rebote muy elevada de los usuarios que vienen de las redes sociales. ¿Es posible que el mensaje que publicamos en las redes sociales no sea coherente con lo que ofrecemos en la página web? Cuando un usuario clica en nuestra publicación de Facebook, Twitter, Instagram, ¿espera ver ese contenido? Si la respuesta es no, debes revisar tu estrategia de difusión de contenido. 3. Evita las interrupciones que puedan perjudicar la experiencia del usuarioElementos como los pop-up de pantalla completa no sólo molestan al usuario (que es nuestro objetivo final), también puede resultar en una penalización por parte de Google en nuestra clasificación de búsquedas. ¿Significa esto que no podemos añadir ningún pop-up en nuestra web? No, incluir algún pop-up que dé contexto a nuestra página está bien, pero evita saturar tu página para que tu usuario no se canse y se vaya. 4. Decide cuáles son las keywords principales de esa página y si tu contenido cubre lo suficiente esos temasTan importante como elegir bien los mensajes de las redes sociales es seleccionar las palabras clave correctamente. Intentar posicionarnos con las palabras incorrectas no sólo resultará difícil si no que puede llegar a ser contraproducente para nuestro sitio web. Imagina alguien que va buscando "software para automatización de email marketing", es decir, programas para ayudar a nutrir a sus leads y poder convertirlos en clientes. Esta persona ya sabe cuál es su problema y cómo puede solucionarlo. Pero alguien que busque "qué es el lead nurturing" no está en la misma fase que la primera persona, está buscando información sobre un tema pero no está comparando productos. Si nos posicionamos para la palabra clave de cola larga (long-tail keyword) "qué es el lead nurturing" y no poseemos en nuestra web contenido que responda a esas palabras clave, aumentaremos nuestra tasa de rebote. Cuando decidas en base a qué palabras clave se va a posicionar tu empresa, asegúrate de que están alineadas con el contenido de tu web. Una vez hecho esto, crea agrupaciones o categorías donde incluir el contenido relacionado con ese tema para atraer más tráfico orgánico a las páginas adecuadas. Visualiza tus rebotes de forma globalCuando analizas los rebotes de tus páginas debes tener una visión global del tráfico. Averigua el tiempo que pasan en tu sitio, de dónde provienen, qué dispositivo utilizan, y si tu contenido y la experiencia que das están alineados con todo eso. Es posible que descubras patrones que te ayuden a reducir esos rebotes. Piensa en las tasas de rebote como en el piloto del motor del coche. Cuando se ilumina sabes que podría haber un problema y debes comprobar todos los elementos del motor para descubrir cuál es. No existe una fórmula que solucione todos los problemas de rebote, pero conocer las razones de los rebotes te pueden ayudar a mejorar su tasa. Otros artículos que te ayudarán a mejorar tu sitio web |
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